viernes, 15 de marzo de 2019

Curso Educación Emocional - Sesión 4 (Nivel I)

En esta última sesión del nivel de iniciación del curso de Formación de formadores en Educación emocional "Educación emocional e innovación educativa. Nuevos enfoques y herramientas prácticas" que estamos recibiendo por Alma Serra, la temática principal ha sido el trabajo del duelo en el aula.

El duelo puede trabajarse como situación en sí, o se puede trabajar la elaboración del duelo.

El duelo además puede ser anticipado, en el momento o después de que haya ocurrido la pérdida. La pérdida es la única necesidad que no se puede satisfacer. Son situaciones que no tienen retorno físico. Por ello es importante saber cómo se entiende el duelo según qué edades, porque cuanto más pequeñ@s son, más pensamientos negativos presentan l@s niñ@s, y más tenemos que ayudarles a sostenerl@s para que cuando sean más mayores puedan entenderlo bien.

*0-3 años: no lo entienden, pero lo perciben. Pueden mostrar cambios biológicos (empiezan a dormir mal, o más, o menos, o buscan más cariño...) Se desregularizan. Hay que normalizar la situación e intentar no romperles las rutinas.

*3-6 años: tienen un pensamiento literal. Si no lo ven, creen que es algo temporal, porque no tienen adquirido el concepto de reversibilidad. Es muy complejo trabajarlo. Llega un momento en el que dejan de preguntar repetitivamente y "tiran la toalla". Pueden reaccionar de una manera aparentemente tranquila y le cuentan a todo el mundo, incluidas personas desconocidas, lo que les ha pasado. También lo hacen para ver nuestra reacción adulta. Incluso pueden recibir la noticia y ponerse a jugar como si nada. Son diferentes estrategias. Además, hablar del duelo en el aula es fundamental. Debemos darle respuesta a es@s niñ@s para que se sientan segur@s en el centro. Debe dejar de ser un tema tabú y, al igual que se trata la vida, se tiene que trabajar la muerte. Y ya las cuestiones religiosas y espirituales se dejarían para casa.

*7-11 años: su pensamiento es más complejo y sus preguntas por tanto, más elaboradas, sienten más curiosidad. A veces preguntan mucho y otras se callan porque ven que las respuestas de l@s adult@s son "raras". Se interesan por las causas, piensan que les puede pasar a ell@s o a alguien querido. No se les debe "mentir" sobre lo ocurrido, en la balanza siempre es mejor decir la verdad, por salud mental.

*Adolescencia: es una etapa de búsqueda de identidad personal. Tienen madurez cognitiva pero conocimientos confusos o falta de rigor. Su pensamiento sigue siendo egocéntrico por aquello de "esto a mí no me va a pasar". Tienen sensibilidad por la vivencia en grupo de la pérdida. Empiezan a elaborar su propio concepto espiritual o religioso de esa pérdida. Es una época igualmente complicada.


También hay que distinguir entre los tipos de duelo, del que nos pasará apuntes próximamente: 

-Evolutivo.
-Afectivo.
-Social.
-Material.
-Corporal.
-Espiritual.

E igualmente, diferentes tipos de culpa. Si hay culpa es que el duelo no está elaborado, y ésta puede ser:

*Por omisión: no haber podido evitarla, no haberle hecho más caso, no haberle dicho más veces te quiero...
*Por acción: por egoísmo, peleas, discusiones, celos, rivalidad, envidia, decisiones difíciles, haber contribuido al fallecimiento...

Además, según la forma en la que ha acontecido el hecho, la pérdida puede ser de diferentes tipos, repentina o esperada, y deseada o no deseada, creando múltiples posibilidades entre ellas.Y el sentimiento de culpa también varía en estas combinaciones, siendo la pérdida repentina y deseada la que más carga de culpabilidad soporta.

El duelo tiene una serie de fases que no se pueden intercambiar y por las que hay que pasar para poder elaborarlo adecuadamente. Todas se trabajan con una serie de ejercicios y se cierran con un ritual simbólico:

1) Aceptación de la irreversibilidad: es el momento en el que se está preparad@ para asimilar el duelo, dar el paso.
2) Conexión con el dolor o rabia: permitirse conectar con lo que te provoca la sensación de pérdida. El dolor es la cara triste del amor y el dolor une. Se puede hacer una historia, cuento, collage, fotos, etc. de la relación con esa persona, contándola en primera persona.
3) Identificar y sanear las situaciones de culpa, tanto por acción como por omisión. Se hace una carta con todos los motivos de culpa que tengas, tanto por acción como por omisión. Se saca para "sentir" el perdón de la otra persona, aunque ya no esté. Una vez se ha sacado toda la culpa, ésta debe desaparecer.
4) Despedida agradecida. Se le puede también escribir a esa persona una carta de agradecimiento, o hacer un "testamento psicológico" en el que la persona que ya no está le escribe todo lo que siente, cómo va a acompañarla a lo largo de su vida, etc.
5) Devolución a la sociedad. Es cuando las personas son capaces de sacar la parte positiva de una situación traumática y desarrollan su resiliencia, saliendo fortalecidos de la experiencia y poder vivir la vida con más intensidad a modo de catarsis que desemboca en la "devolución" a su entorno de todo lo aprendido.

Para terminar, Alma nos ha recomendado una serie de artículos, cuentos y películas como:

- "Claves para la gestión del duelo anticipado en el aula"
- "Toborochi y las despedidas" para cerrar etapas (infantil-primaria y primaria-secundaria), incluida en nuestro proyecto "Coeduc_arte con E-moción" para el mes de junio.
- Cuentos: "La ventana mágica" y "Un pellizco en la barriga" para la elaboración del duelo.
- Película: "Mi chica" y "Tan fuerte, tan cerca" en las que se ven todas las etapas del duelo.


Con esta sesión concluimos el nivel de iniciación de esta formación. En cuanto nos pasen más materiales, la actualizaremos y los incluiremos en este post. Todas las sesiones, recursos, documentos y vídeos están recopilados en el menú de la derecha del blog, justo al hacer clic en la rueda de las emociones.

La próxima semana continuaremos con el nivel de profundización del mismo curso, en el que podremos aplicar de manera práctica todo lo aprendido.

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